sábado, 7 de noviembre de 2009








El café Alaska se funda en el año mil novecientos treinta y cuatro, en la ciudad de Zaragoza -España-, en el paseo de independencia número ocho, era uno de los grandes cafés de Zaragoza, el segundo en dimensiones; lugar de reunión de damas y caballeros de la ciudad, en la que tenían lugar desayunos, tertulias, orquestas, piano de cola... Además contaba con una terraza en medio del bulevar del antiguo Paseo de la Independencia. El Café mantendrá abiertas sus puertas hasta el mes de abril de 1.960 momento en que se derriba la casa en que se encontraba; teniéndose en cuenta además que se había perdido en la gente la tradición de estos cafés, estando más en auge en las nuevas décadas los nuevos locales de reunión de origen anglosajón y extranjero, en casi todos los casos con instalaciones mucho menos costosas: bares, pubs, cervecerías... Y otros lugares de encuentro y reunión.

En realidad el Alaska fue el último de una serie de grandes cafés, que comenzó terminada la Guerra de la Independencia (la francesada) en la ciudad de Zaragoza, y la consiguiente reforma del actual Paseo de la Independencia, como lo fueron en el siglo XIX entre otros el café Europa, el Gran Café Suizo, luego llamado café Matossi, el café París y en el siglo XX el café Central, luego llamado Alaska, el Ambos Mundos y el Moderno.


Sería en el año 1.847 cuando un empresario italo-suizo que se apellidaba Matossi, que tenía en Madrid el Café Suizo en la calle Alcalá con su Socio Franconi (inventores del bollo suizo), funda en los comienzos del nuevo Paseo de la Independencia, donde estuvo el antiguo convento de los franciscanos el Gran Café Suizo, con los años se denominará simplemente café Matossi, que era con el café Europa de los mejores de su época. Teniendo que volver a su patria por motivos familiares, su familia lo vende a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, quizás al propietario de algún otro café de Zaragoza; tuvo reformas y cambios de nombre, a partir de 1.904 se llamará café Central y en su fachada todavía había un letrero que recordaba al antiguo Matossi: "Café Central, antes Matossi", y se denominará café Alaska en las décadas de los años treinta, cuarenta y cincuenta, hasta su cierre en la primavera de 1.960.

Zaragoza, la que se la consideró como " La ciudad de los cafés", contaba en aquella época era una ciudad relativamente grande en España para su época con una población aproximada de 90.000-300.000 personas, entre 1.900 y 1.950. El Café en esta época se elaboraba de forma muy artesanal, el café se suministraba en grano y en muchas ocasiones sin tostar, las máquinas de café eran de Brazo y en la elaboración tanto en el transporte del agua como en el café se utilizaban tubos, cubos y filtros de cobre, un proceso que nada tiene que ver con las modernas máquinas electrónicas actuales ni los molinillos electrónicos que trituran los granos ya tostados.

El Café, el segundo más grande y de los mejor situados de Zaragoza, se componía de dos puertas, una entrada por el Paseo de Independencia (giratoria) en el número ocho, al lado de la entrada de carruajes del mismo número y la otra por la calle paralela Requeté Aragonés actual Cinco de Marzo. Diseñado por los hermanos Borobio en el año 1.933, la licencia municipal y su ejecución se llevan a cabo en los primeros meses del año siguiente. Contaba con un encargado del café y varios empleados de hostelería, diecisiete en 1.960; continuarán la tradición y la línea más ortodoxa de los antiguos cafés ya que el mismo no contaba con barra americana, a la antigua usanza cafetera. Sin embargo, moderno y lineal en la decoración, distinto a la de algunos de su época y antecesores en el tiempo como el Matossi, el Central, el gran Café Suizo, o el Moderno, de estilo más clásico y modernista; aunque, como hemos indicado, seguía siendo un café a la antigua usanza sin barra (la más estricta pureza de lo que era un café); estaba compuesto por una gran superficie en planta baja, y además tenía acceso a una bodega (sótano)

En abril de 1.960 se cierra el Alaska, ya viejecito, el último de los grandes cafés de "antes" que vivía en la vorágine de los sesenta, despues de más de un siglo de tradición cafetera en el mismo lugar. Posteriormente al derribo de la casa que se construyo aproximadamente en 1.965, se convirtió en un edificio de oficinas, en cuyo local estuvieron los grandes almacenes SEPU, ya desaparecidos, y desde 1.985 los almacenes C&A; en la parte de atras del solar que daba a la calle Requeté Aragonés lo ocupó desde entonces el zaragozano hotel Goya.

sábado, 9 de mayo de 2009

FOTOGRAFIAS DEL ANTIGUO CAFE ALASKA.

FOTOGRAFIAS PROCEDENTES DE UN ARCHIVO PRIVADO